
Cuantas veces me haré esta pregunta...
Después no da ninguna pereza cocinar, pero pensarlo ....
Pues hoy: Una cremita de puerros riquísima.

Para 4 personas necesitas:
* Manojo de puerros (tres o cuatro) lavados y retirado lo verde.
* Cebollas. Tres o cuatro dependiendo del tamaño.
* Patatas. Dos o tres para que den cuerpo a la crema.
* Caldo de pollo o en pastilla.
* Un vaso generoso de leche entera o nata.
* Un trozo de pan atrasado para los picatostes.
* Agua, sal. aceite, perejil.

Mientras se calienta, troceamos las cebollas. Trozos grandes.

Añade los puerros a la cacerola donde la cebolla ya se habrá dorado un poquito.
Dejaremos que se frían unos 3 ó 4 minutos.
Durante este rato, pelamos, lavamos y cortamos las patatas.
Las troceamos y las incorporamos.

Dejamos la mezcla con un fuego medio otros 4 ó 5 minutos para que se mezclen bien los sabores.
Añadimos el caldo de pollo (también te sirve de jamón o de ternera).
Si no tienes caldo puedes añadir agua y una pastilla de avecrem, starlux, knor, etc.
Si el caldo que tienes no es suficiente, añade agua hasta cubrir los ingredientes.
Cuando hierva pruebalo y rectifica la sal si es necesario.
Si te ha quedado salado no te preocupes luego al incorporar la leche se solucionará.

Si os resulta muy graso, es el momento de retirar el aceite que se queda por encima. Eso a gusto de cada uno.
Aún en caliente, metes la batidora en la misma cacerola y lo bates todo (también puedes batirlo aparte). Rectificas la textura añadiendo nata o leche, a mí me gusta más con leche.
Añado leche hasta que queda espesito pero no pastoso.
Como te diría, la textura debe ser más espesa que la de un caldo pero no tanto como una mayonesa.
Bueno..... que te guste. Rectifica la sal.
Lo dejas en el fuego un minuto o dos más para que rompa a hervir con la leche y apagas.
Ahora vemos como hacer los picatostes.
Con un trozo de pan de ayer cortas rebanadas gordas primero y cuadraditos después.




Eso sí, se añaden en el momento de sentarse a la mesa para que sigan crujientes cuando te los lleves a la boca.
Humm... un placer.
Riquísimo. Sobre un plato caro o en uno barato, ¡da igual!.
¡¡ Buen provecho!!
Alguien lo dijo, de la comida disfrutas dos veces, una cuando la cocinas y otra cuando te la comes.
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