El "ojo de dios" es un símbolo en forma de rombo con adornos en los vértices con el que me he encontrado mucho últimamente y me produce curiosidad.
Debe ser porque es muy vistoso ya que utilizan una gama de colores muy vivos, con mucha luz.
Investigando, aprendo que su origen tiene un significado muy profundo y muy importante para sus creadores: el pueblo Huichol.
El pueblo Huichol es uno de los muchos pueblos mexicanos que, supongo tuvo que lidiar con la colonización española. Este pueblo adora a cuatro deidades principales el maiz, el águila, el ciervo y el peyote, y los cuatro proceden o se derivan del sol que, como en tantas otras culturas, es el centro de todo.
Restos de lana aprovechables |
El ojo de dios es un elemento religioso protector que representa los cuatro puntos cardinales más el centro en donde se ubica el sol. Es mágico y a través de él, el dios kauyumali mira al mundo.
La tradición dice que el padre, cuando nace su hijo, le hace un ojo de dios para que le proteja y le asegure salud y una vida larga y a partir de los cinco años de edad es el propio hijo el que debe ir completando el amuleto cada año en un ritual en el que se hacen ofrendas a los dioses.
Pienso que al final, o mejor dicho al principio, el origen debe ser común al de la mandala (círculo simbólico) hindú o los atrapasueños indios.
Estoy encontrando información muy interesante sobre todos estos temas que iré contando poco a poco.
Anverso |
Utilizo restos de lanas de colores.
He visto en la red cómo se van enrollando en palitos de madera (he utilizado los de hacer brochetas).
Reverso |
Puedes poner tantas vueltas de cada color como consideres y tantos colores como quieras aunque creo que la tradición huichol habla de cinco.
La combinación de colores que yo he hecho es arbitraria, sin mayor limitación que la de las lanas que tengais.
Los gruesos de las lanas deben ser iguales o al menos parecidos.
Yo no tenía verde del mismo grueso y la he puesto a doble cabo.
Una forma de fijar el tamaño de la borla |
Los vértices los he adornado con borlas de los mismos colores que el ojo.
Las hago enrollando la lana en la mano y luego, sin cortar, enrollo en el palo que queda en el vértice apretando uno de los extremos de la borla.
Si las quieres de otro tamaño elige un instrumento como un cartón, una caja o algo del tamaño adecuado.
Creo que voy a hacer más.
Espero que te haya resultado interesante.
En cualquier caso ¡¡Disfruta!!
Me ha encantado la historia.No la conocía.Y me gusta el detalle de aumentarlo una vez al año.Me ha gustado, sí. Igual hasta me animo a hacer uno. Un bss.
ResponderEliminar¡Que bien Eva! me alegro. Muchas gracias.
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