Tenemos unos pendientes que fueron dorados en su momento y ahora están algo oxidados o desgastados.
O sea que son inservibles....
Noooo, aún podemos aprovecharlos, sólo tenemos que cambiarles el "look".
Buscamos hilo de algodón o de lana, (de restos de otras labores)
los revestimos con una aguja de ganchillo o crochet.
Hacemos, también de ganchillo, una roseta que nos guste.
O más sencillo, un circulo al que le hacemos un remate con cadenetas huecas.
Colocamos la roseta en medio del pendiente y calculamos los puntos en los que vamos a fijarla.
Unimos las piezas con una aguja de punto.
¡Voilà! unos pendientes actuales, modernos, juveniles, diseñados por tí misma y.... lo más importante:
Reciclado 100% y a coste Cero.
¡¡¡Ahí los tenéis, disfrutad!!!
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